Atrás quedaron los mitos sobre la depilación que solo era para las mujeres y los deportistas, el proverbio de que "el hombre mientras rudo más hermoso" se ha ido desvaneciendo porque ser varonil no está divorciado con el buen gusto, atrás quedaron los tópicos de la virilidad de un calvo , la masculinidad tambaleada por llevar un pendiente, la melena larga etc.
Es cierto que cada persona en ambos sexos tiene preferencias a la hora de elegir nuestro prototipo. Hay hombres que prefieren a mujeres con su rostro limpios y sin maquillaje y mujeres que se desviven por hombres pulidos y depilados. Otros en cambio las prefieren con curvas y muy maquilladas y otras los desean discretos, intelectuales y cultos. Pero todo en exceso es egocéntrico y cansa.
Es evidente que el maquillaje es útil para las mujeres pero también para los hombres, en su justa medida, para camuflar el cansancio o el aspecto cetrino del invierno.
El hombre se ha maquillado siempre.
Recordemos los hombres indígenas de diferentes tribus, a los faraones, o remontémonos al siglo XVIII en que los hombres eran más presumidos que las mujeres con pelucas blancas y el rostro empolvado.
Para los hombres que cuidan su imagen sin caer en ridiculizar va dedicado mi post de hoy.
A ellos quiero aconsejar en la primera parte sobre detalles que hacen que de ser presumidos en una época de exigencias, cruces la barrera a lo ridículo y exagerado.
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No colorees o tiñas tu cabello, el resultado, por regla general, es artificial... enfatizará aún más tus complejos por la canas.
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No permitas que te depilen las cejas como una mujer, retirar el exceso de pelo y recortar aquellos que salen de una manera desordenada te permitirá una mirada limpia y despejada, pero jamás debe ser algo evidente.
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Aunque tengas un cuerpo bonito, permítete insinuar, no compres dos tallas menos para evidenciar tus horas de gimnasio, es casi más sensual intuir que caer en el error de evidenciarlo.
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Si lo que está de moda no te queda bien, no insistas en ser moderno, solo amplifican una parte superficial de ti, sé cómo eres adaptándote a la moda sin ser un maniquí de escaparate
Cómo maquillarme y quedar natural
Un Hombre para no perder su naturaleza debe utilizar aquellos productos que sean invisibles a los ojos humanos pero que en pocos segundos refresca tu rostro y disimule el cansancio.
Es importante que te cuides la piel cada día, la piel es el órgano más grande del cuerpo que protege el resto de órganos y a diferencia del resto que va cubierta por ropa, la piel de la cara sufre constantemente la agresiones del tiempo, y si trabajas al aire libre o viajas en moto la contaminación se hará un hueco en tus poros, por lo que debes acostumbrarte a lavarla con un gel purificante cada día antes de ir a dormir, aplicar una crema hidratante (anti arrugas o reafirmarte ) y un contorno de ojos que mejore la circulación sanguínea para que llegue más oxígeno a la dermis y evitemos las marcas profundas del gesto.
Después de hidratar el contorno de los ojos aplica una ligera capa de corrector de ojeras lo más parecido a tu piel y, a toques con las yemas de los dedos, has que desaparezca y se mezcle a tu tono natural.
Existen cremas hidratantes con color que, aunque la hidratación es bastante baja, permiten traslucir tus imperfecciones, marcas, pecas incluso cicatrices. Recuerda que solo darán un aspecto más cálido como si de una tarde de sol se tratara, en su ausencia aplícate unos polvos terracotas o de sol que no lleven nada de destellos, aplícalos en la zona de la frente y la nariz y por debajo de los pómulos, pero muy ligeramente, recuerda que la idea es dar un aspecto de salud no debes verte artificial.
Peinas las cejas, esto debería ser el ritual final, coloca cada pelo en su sitio con un peinado juvenil acorde a tu edad. Recuerda que mientras más informal peines tu cabello, menos visibles serán los retoques que habrás realizado en el resto de la cara.
Todos agradecemos que cuando interactuemos con alguien, ya sea en nuestro tiempo de ocio o durante la actividad laboral, las personas nos transmiten un aspecto saludable y limpio.
Recuerda que no has de perder tu sello de identidad, caer en los excesos que te pueden convertir en algo que no quieres o no eres.
Insisto que cuidarse es algo muy antiguo que se remonta a clases sociales, épocas costumbres y castas, caer en el ridículo es muy fácil
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