Maquillaje para ejecutiva

Por deformación profesional me fijo a menudo en los maquillajes de las mujeres que me rodean y no puedo dejar de hacer comentarios, sobre todo cuando miro en la tele algunas reporteras que no son conscientes que, aunque su trabajo sea el periodismo, no deja de transmitir una imagen en directo en un medio visual a una audiencia multitudinaria.

Eventos, reuniones y meeting con clientes son la agenda típica de una mujer ejecutiva que debe estar atenta a las actividades de la empresa, tomar decisiones, delegar responsabilidades, por eso, en su día a día estará rodeada de gente la mayor parte de su tiempo. Por estas razones  su apariencia personal debe de ser impecable tanto como durante las primeras horas en que llega a su trabajo.

No es difícil, entre una actividad y la otra, encontrar un momento para abrir tu bolso y tomar tus maquillajes de confianza que con un gesto simple harán que te mantengas impecable.

Esto no solo es un rutina femenina que deberías aplicar en situaciones particulares donde vas

más maquillada de lo normal, deberías incorporar a tu vida como si estuviéramos hablando de cepillarte los dientes o lavarse las manos antes de comer.

Créeme que es una actitud que reforzará tu imagen corporativa, te diferenciará de la competencia y disminuirá tus signos de cansancio y estrés típicos de un trabajo de responsabilidades y de contactos.

 Este es un consejo para todas aquellas mujeres que hacen su trabajo de cara al público, ya seas comerciales, enfermeras, recepcionistas, periodistas, ingenieras de obras, camareras o abogadas.

La buena cara empatiza, facilita la comunicación y refuerza la credibilidad de tus palabras.

¿Cómo conseguirlo?

Un pequeño neceser que llevará en su interior lo más básico:

  • Un polvo compacto translúcido: es un polvo transparente que solo corrige el brillo, no aporta color por lo que puedes aplicarlo cuantas veces en el día necesites, recuerda que los polvos bronceadores o con matices irán aumentando el tono de tu piel y se notará la diferencia con tus manos, escote, etc.

  • Un colorete rosa cálido: que te dará un aspecto saludable ingenuo e infantil y que a su vez lo utilizaremos por dar un ligero toque en los extremos del hueso del párpado superior fijo.

  • Un corrector de ojeras e iluminador: lo aplicaremos en el lagrimal y a toquecitos lo extenderemos hacia afuera hasta que se funda con el tono de la piel, eso sí, hay que  retirar con un bastoncillo los residuos de lápiz de ojos, en el caso de que utilices o que no sea waterproof.

  • Máscara de pestañas negra: siempre dan más énfasis a la mirada. Intenta utilizar para retoques aquellas máscaras que no aportan volumen, pues las que tiene volumen llevan en su composición micro partículas que al repetir este gesto apelmazan y darán un aspecto grotesco indeseado.

  • Un brillo de labios natural: con un toque de color carnoso: conseguimos maquillar fácilmente los labios, no necesita la precisión de una barra, el calor del aliento hace que se funda y llegue a los extremos.​​

Si el aspecto de tu cabello no es el más deseado, una coleta siempre funciona, es mejor un pelo ordenado y recogido que una melena despeinada con raíces grasas y aspecto opaco.

Y por último como decía CHANEL: “La última prenda que viste a un mujer es el perfume”, lleva siempre algo ligero que de sensación de frescura... femenino, casual, sin notas orientales, algo discreto que solo se desvele cuando hagas gestos muy próximos a tu interlocutor.

Pon en práctica estos consejos y verás cómo en tu día a día funcionará.

Miguel Angel Colina

macquillador

Barcelona 

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