Llega el verano y con él las habituales y peligrosas inseguridades. El sol parece tener más influencia sobre nuestra energía, pero también sobre nuestros complejos. Parece una obligación estar físicamente en forma para poder disfrutar de los días más largos.

Entran en juego los retos, las perpetuas dietas y los inevitables reproches por disfrutar de un helado, de una cerveza fría o desnudarnos para tomar un baño en la playa.

La sociedad nos juzga por todo lo que hacemos, cuestiona nuestro poder adquisitivo, selecciona nuestros hobbies e incluso nos sentencia por nuestra genética, algo que no hemos elegido y que probablemente no causa daño a los que nos critican, pero igualmente siguen juzgandonos y presionandonos.

 Pensando en todo esto:

¿Crees que alguien que te atrinchera contra la pared por tu imagen, se mataría por ti?

¿Crees que esas personas, que tanto se fijan en tu estilo de vida, harían algo significativo para salvarte la vida?

Las personas a las que verdaderamente les importas no te eligieron entre otras por tus curvas, por tus ojos verdes, por tu espléndido físico o tu increíble trabajo.

A los héroes se les recuerda por sus batallas vencidas, sus cualidades humanas, sus ingeniosos inventos…

Los amigos y las parejas las encontramos en el camino porque justamente son diferentes al resto y despiertan como ningún otro nuestros sentimientos y complementan nuestro estilo de vida.

Si buscáramos amigos, parejas o empleados por su belleza, estaríamos cambiando cada día de amigos, parejas o empleados, renovándonos por el aburrimiento que provoca la belleza cuando uno se acostumbra a ella.No hagas nada para ganarte la aprobación de la sociedad. Quizás estás perdiendo la licencia de ser feliz, de vivir en paz contigo mism@. Al final la sociedad jamás estará contenta con tus decisiones, siempre te exigirá más y más.

Entonces permítete la libertad de que el resto te respetemos por tu valentía, por tu fidelidad a ti misma y por tus valores.

No hay nada más atractivo que una sonrisa segura, que ver una mujer plantandole cara al mundo.

Créeme cuando te digo que veremos a esa mujer con nariz grande, ojos más bien pequeños o kilos en exceso solo un segundo. En cambio, nos dejará huella la mujer feliz y segura de sí misma.

Ámate con tus virtudes y reconoce tus limitaciones. Deja de ser una más entre el resto de mujeres y emprende un camino menos exigente hacia tu persona y descubrirás cosas nuevas, gente nueva, lugares nuevos. Empezarás a respetarte, quererte y finalmente silenciar a esa sociedad superficial.

Miguel Angel Colina

macquillador

Barcelona